Tegucigalpa, Francisco Morazán. La Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN), con apoyo de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), por segundo día consecutivo continúan con el aseguramiento de bienes en el marco de la Operación Octopus II.
Las incautaciones corresponden a nueve bienes inmuebles, ocho vehículos automotores y siete sociedades mercantiles, así como se ordenó al Instituto de la Propiedad (IP) realizar el levantamiento catastral sobre 10 inmuebles no registrados y en uso por parte de miembros de esta organización delictiva, para así proceder a inscribir la medida precautoria de aseguramiento respectiva.
En esta acción ayer se ejecutaron 20 allanamientos en las comunidades de Los Hornos, Las Mezas, El Zamorano, Santa Lucia y las colonias San Miguel y Miraflores de Tegucigalpa, en busca de indicios relacionados con el delito de tráfico de drogas y lavado de activos, en acciones dirigidas contra la estructura criminal de “Los Fúnez”.
Como antecedente, es preciso informar que la DLCN en el año 2020 ejecutó la Operación Octopus, la que permitió la captura de 21 miembros de la referida estructura criminal, entre estos su principal cabecilla la señora Elvia Carina Fúnez y su hijo Luis Alberto Pavón Fúnez, de ellos 19 ya han sido condenados y actualmente se encuentran en prisión.
“Los Fúnez”, según se establece en las investigaciones, operaron por décadas en la colonia San Miguel y sitios adyacentes, razón por la cual una de sus líderes María Teresa de Jesús García alias “Mamá Tere” (QDDG) fue condenada, al igual que Santos Evelio Fúnez (QDDG), sin embargo, tentáculos de la banda actualmente continúan mantenido el control del narcomenudeo en estos sector de la capital.
Uno de los modus operandi a los que recurrieron para llevar a cabo la comercialización de la droga, fue la construcción de edificaciones llamadas “fortalezas”, las cuales emplearon exclusivamente para la distribución de drogas, mismas en las que destinaron compartimentos estratégicos que permiten a sus ocupantes (los miembros de la estructura criminal) poder evadir las capturas, ya que cuentan con sitios de escape, puertas reforzadas y ventanillas de despacho de la droga.
Además, de las investigaciones de la FESCCO y la DLCN, se constató que estas “fortalezas” también eran utilizadas para torturar y asesinar a miembros de organizaciones rivales o para ajuste de cuentas, por lo que todas estas instalaciones también están siendo aseguradas e incautadas y se efectuarán las gestiones pertinentes para proceder a la demolición de las mismas.