Tegucigalpa, Francisco Morazán. Recientemente, la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV), a través de la Sección de Muertes cometidas por Estructuras Criminales Organizadas, logró que la Sala II del Tribunal de Sentencia con Competencia Territorial Nacional, impusiera la pena de 78 años de reclusión a tres integrantes de la banda del “Coyote” dedicados al sicariato en Olancho.
A Carlos Alberto Castro Guifarro alias “El Chele” se le condenó a 20 años por cada uno de los asesinatos de Geofrey Johan Aguilera y Jairo Humberto Ordóñez Portillo; asimismo 15 años por cada asesinato en su grado de ejecución de tentativa a dos testigos protegidos y ocho años por la asociación para delinquir en perjuicio de otros derechos fundamentales.
Por su parte, a Nery Rolando Ramírez Aguilar le impusieron 15 años por cada asesinato en su grado de ejecución de tentativa a dos testigos protegidos, además ocho años por asociación para delinquir y un año por tenencia arma de fuego de uso comercial.
Mientras que Wilkin Ramón Veliz, 15 años por cada uno del asesinato en su grado de ejecución de tentativa a dos testigos protegidos y ocho años por asociación para delinquir en perjuicio de otros derechos fundamentales.
Los integrantes de la banda del “Coyote”, se capturaron en el marco de la Operación Ares, ejecutada el 20 de noviembre de 2018 en Catacamas, departamento de Olancho.
De las investigaciones realizadas por la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), se estableció que a los integrantes de la banda del “Coyote” se les vinculó a la ejecución de masacres.
Estos sicarios cobraban por los crímenes cifras que variaban de acuerdo al perfil de la víctima, en algunas casos de 10 mil a 50 mil lempiras y en otras a cambio de bienes muebles e inmuebles.
Cabe mencionar, que todas estas muertes y atentados se suscitaron en los últimos meses del 2018 y para su esclarecimiento el Ministerio Público hizo uso de técnicas especiales de investigación, las que fueron practicadas por agentes de los Departamentos de Delitos Contra la Vida y Técnico Científico de la ATIC. Producto de dichas pericias se logró salvaguardar a otras potenciales víctimas.