Odontología forense aporta prueba científica a partir del análisis de mordeduras
Tegucigalpa, Francisco Morazán.- El aporte científico de Odontología Forense, de la Dirección Nacional de Medicina Forense en lo que respecta al análisis de mordeduras humanas en diferentes partes del cuerpo de las víctimas u ofendidos en delitos es de suma importancia, según lo explica la doctora Aniutka Casanova Reyes, odontóloga forense.
Los análisis en mención son con el propósito de determinar la vinculación tanto de la víctima como la participación del agresor en los hechos que han sido denunciados. La mordedura es una lesión contusa o corto contusa con características especiales producida por piezas dentales que son únicas.
Estos análisis odontológicos forenses, sirven para identificar a la persona que haya producido la huella de mordedura, porque las piezas dentales son únicas en cada individuo. El estudio es solicitado por los agentes fiscales como una evidencia científica para encontrar la verdad en casos de abuso sexual, delincuencia común, violencia doméstica o intrafamiliar, maltrato infantil, entre otros delitos comunes.
Las huellas de mordedura tienen sus particularidades especiales, al momento de obtener las gráficas de las mismas, éstas deben ser claras y con claridad se busca determinar si son producto de un ataque, su ubicación en el cuerpo, por ejemplo orejas, nariz, pómulos, labios, barbilla y mordedura por defensa, se inspeccionan además los brazos, antebrazo, entre otras partes del cuerpo.
En la clínica de odontología forense es más común atender pacientes víctimas de un abuso sexual a quienes se les realiza un examen minucioso en los labios inferiores, muslos, senos, glúteos, espalda, cuello, piernas, también son habituales las evaluaciones por riñas.
Los odontólogos forenses trabajan con protocolos y normas ya establecidas utilizando diferentes técnicas de análisis, obteniendo los resultados esperados para la elaboración del dictamen legal odontológico, Igualmente utilizan la regla testigo métrico número dos autorizado por el Comité Americano de Odontólogos Forenses.