Tegucigalpa, Francisco Morazán. – La Dirección General de Medicina Forense, a través de la sección de Identificación Humana, realizó la tercera inhumación del año; en la que se hizo el terraje de 20 personas de las cuales, una es del sexo femenino.
Estos cuerpos se encontraban en los cuartos fríos y no fueron reclamados por sus familiares desde hace más de tres meses, pese a los constantes llamados por los medios de comunicación que cubren esta fuente forense.
Entre los cuerpos inhumados estaban identificados José René Cruz Hernández, Orlin Omar Amador y Concepción Cubas Zerón; el resto de los fallecidos se inhumaron en calidad de desconocidos ya que no fue posible su identificación científica por el método de huellas, y para realizar otros métodos científicos de identificación, como ser odontograma o autopsia oral y ADN, es necesaria la presencia de un pariente para hacer cruce de información y la toma de muestras de laboratorio.
En cuanto a los levantamientos de estos cuerpos; los mismos se realizaron en diferentes zonas del centro, sur y oriente del país, lugares a los que da cobertura esta morgue del Misterio Público. Por ello, se encuentran cadáveres provenientes de Catacamas, Comayagua, Danlí, Intibucá, Zambrano. Igualmente, hay cuerpos provenientes de la morgue del Hospital Escuela y de diferentes sectores de Tegucigalpa y Comayagüela.
La Sección de Identificación Humana coordinó el entierro de estos compatriotas con la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), quienes brindan su apoyo desde el momento en que son trasladados los cuerpos de Medicina Forense hasta el cementerio; así mismo, proporcionan los ataúdes y facilitan el terreno en el Cementerio Municipal Jardín de Los Ángeles, ubicado en el kilometro 14 de la carretera que de Tegucigalpa conduce a Olancho.
Como en cada inhumación y gracias a la gestión de la oficina de comunicaciones, se contó con el acompañamiento religioso y espiritual de un sacerdote de la Iglesia Católica, en este caso del presbítero Eugenio Aldana, párroco de la Iglesia El Salvador del Mundo ubicada en la colonia Cerro Grande, para dar cristiana sepultura a los cuerpos no reclamados por sus familiares y así darles su último adiós de forma digna y humanitaria.