Tegucigalpa, Francisco Morazán. – La Sección de Identificación Humana de la Dirección General de Medicina Forense en lo que va del año a través del personal de dactiloscopia ha realizado después de la práctica de la autopsia médico legal, la toma de huellas dactilares a 1225 cadáveres, ello hizo posible la plena identificación de estas personas dado que el análisis de las huellas permite una cartilla dactilar que es cotejada por el sistema del Registro Nacional de las Personas (RNP), dependencia estatal que determina cuál era el nombre completo y número de identidad, así como el lugar de nacimiento del fallecido basado en un estudio de impresión.

El trabajo dactiloscópico es 24/7, es decir los 365 días de la semana para hacerlo posible, se cuenta con la colaboración de agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), también se cuenta con un eficiente apoyo del personal del RNP quienes ayudan a que los cadáveres que ingresaron al departamento de patología, conocido también como morgue, sean identificados por este sistema imprimiendo el padrón fotográfico, después del ingreso de las huellas tomadas a los dedos de la mano derecha e izquierda los dedos pulgar, índice, medio, anular y meñique se produce la consulta técnica.

El Director de Medicina Forense, Ismael Raudales aseguró que “Es de suma importancia el trabajo en equipo ya que la dactiloscopia es uno de los principales sistemas de identificación forense por tal razón es responsabilidad de los padres hacer el registro de cada nacimiento y al cumplir la mayoría de edad se debe hacer el trámite para la obtención de la tarjeta de identidad, ya que ese registro de huellas puede ayudar a los forenses si en un determinado momento fallece un ser querido” sostuvo.

Añadió que la identificación por huellas tiene el gran beneficio de su rapidez, es un método seguro, sin ningún costo extra para el Estado, explicó además que al recurrir a otros procedimientos de identificación humana como ser el odontograma o ADN, resulta aún más doloroso para los familiares ya que la espera de resultados puede tardar varios días, semanas o meses.