La Ceiba. – La Fiscalía Regional del Litoral Atlántico (FRLA), a través de la Fiscalía de Delitos Contra la Vida (FEDCV), ha logrado sentencia condenatoria contra un individuo que agredió con arma blanca, a una señora que se opuso ser agredida sexualmente.
La Fiscalía Especial de Delitos contra la Vida realizó audiencia de procedimiento abreviado contra Roger Abel Aguilar Canales por el delito de femicidio agravado en su grado de tentativa acabada y violación en su grado de tentativa inacabada en perjuicio de una señora.
Al ahora condenado, Roger Abel Aguilar Canales, se le impuso la pena mínima de 18 años con ocho meses de reclusión, más las penas accesorias que corresponden.
El hecho se produjo la noche del pasado 2 de abril del presente años 2021, en una colonia de la aldea El Pino, jurisdicción del municipio de El Porvenir, departamento de Atlántida.
A eso de las 9:30 de la noche, la señora se encontraba en su casa habitación cuando apareció Roger Abel Aguilar Canales, quién es vecino de la víctima, ingerido de bebidas alcohólicas y con una botella en la mano.
El hombre ingresó a la vivienda sin consentimiento de la ofendida y le manifestó en voz alta: “hoy si vas a ser mía”, por lo que la dama le pidió que saliera de la vivienda, sin embargo, el agresor hizo caso omiso.
El individuo intentó besarla a la fuerza mientras la sujetaba de sus hombros, por lo que la ofendida reaccionó empujando al agresor. Tras ser rechazado y verse frustrado por no poder concretar el abuso sexual, enfurecido golpeó la ofendida en la cabeza con la botella que lleva en su mano.
Otra vez el agresor intentó acercarse a la víctima y comenzaron a forcejear, sin embargo, por la fuerza del ataque la mujer cayó al suelo. Una vez estando en el suelo e indefensa, el ahora imputado tomó un machete que estaba en la cocina de la vivienda y la atacó causándole múltiples heridas en sus extremidades superiores y en la cabeza.
En el mismo ataque con el machete le mutiló dos dedos de la mano izquierda. El agresor, al ver a la víctima inconsciente en el suelo se retiró del lugar considerando que la señora había muerto. Huyó en una bicicleta.
Posteriormente, vecinos que oyeron los gritos, salieron para saber qué estaba pasando y observaron cuando el agresor salía a toda prisa. Después, apareció la señora del interior de la vivienda, pidiendo ayuda.