Tegucigalpa, Francisco Morazán.- Después de someterse a la figura de procedimiento abreviado, Luis Miguel Canales Medina, se declaró culpable por el homicidio de Ramón Alberto Sánchez Cruz, hecho registrado la madrugada del 19 de noviembre de 2018 en un establecimiento ubicado del boulevard Centroamérica; en ese sentido, la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV) logró una pena de 11 años con tres meses de prisión.

De acuerdo a las diligencias investigativas refieren que la víctima después de salir del trabajo decidió compartir bebidas alcohólicas con un compañero de trabajo a un establecimiento ubicado en un bulevar cerca de una estación de combustible.

Tras salir, ambos jóvenes decidieron quedarse en la esquina de la gasolinera, pero al instante, llega el procesado, quien era guardia de la estación de combustible a solicitarles que se marcharan del lugar, ya que era prohibido consumir bebidas alcohólicas.

Transcurrido un tiempo, nuevamente llegó a llamarles la atención de una forma alterada; enseguida el acompañante de la víctima lo retó y fue en ese momento que el imputado lo agredió con un tolete en la espalda; exigiendo que se marcharan sacando el arma de fuego de su cintura.

Ante esa situación, los jóvenes se retiraron del lugar abordando cada uno sus motocicletas, primero salió el compañero en veloz carrera, pero la víctima tenía la motocicleta cerca de las bombas de combustible, en ese momento el guardia de seguridad se encontraba en esa área y cuando lo observa tomó su arma y le disparó en la espalda.

Inmediatamente, la víctima sale del lugar a buscar ayuda médica al Hospital Escuela, pero al llegar cae de su motocicleta falleciendo de manera inmediata, producto a la laceración pulmonar y hemotórax izquierdo.