Tocoa, Colón – En el marco de la Operación Nacional VII, la Fiscalía Local de Trujillo, Colón, ha informado sobre una inspección interinstitucional llevada a cabo en las instalaciones del centro penal de Trujillo, Colón para verificar las condiciones en que se encuentran los privados de libertad, arrojando resultados preocupantes.
Durante la inspección, se constató que en la bartolina conyugal se encuentran 16 reclusos encerrados, sin permiso para salir al patio, de los cuales cuatro están sancionados y 11 son de primer ingreso.
En el área de cocina, se evidenció la falta de insumos indispensables de limpieza, como jabón, detergente y cepillos. La situación en la lavandería y los baños es igualmente alarmante, pues se encuentran sucios e insalubres debido a la falta continua de agua.
Además, se descubrió que una pequeña área de taller de ebanistería fue cerrada y las herramientas de trabajo decomisadas sin justificación por parte de los policías penitenciarios. Las bartolinas 1 y 7 están sobrepobladas, albergando a más de 50 reos cada una, y como castigo, se les han retirado los ventiladores, lo que agrava aún más las condiciones de vida en el penal, especialmente considerando las altas temperaturas.
Entre las denuncias expuestas por los internos, se encuentran la disminución de las raciones de comida diarias y la falta de atención médica, a pesar de contar con un médico y una enfermera de planta.
También, se reportan castigos masivos en horas de la noche y madrugada, así como durante las requisas, donde varios privados de libertad, especialmente los recluidos en los hogares 1 y 7, son sometidos a tratos inhumanos como ser tirados al suelo y golpeados, así como el uso de bombas lacrimógenas y agua con chile, según las denuncias.
La Fiscalía ha instruido levantar una denuncia de oficio, documentar la inspección y recibir las declaraciones de los internos afectados. El Juzgado de Ejecución Penal redactará un acta detallada de todo lo sucedido, la cual será firmada por todas las autoridades participantes.