1.Latinoamérica, y Honduras como parte de ella, ha sufrido durante décadas el flagelo de la corrupción y la impunidad. El combate a la corrupción se ha incorporado en la agenda internacional, sin lugar a dudas, porque tiene que ver con temas fundamentales como son el desarrollo económico y social y la vigencia del Estado de Derecho.
2.La corrupción no solo violenta la normativa vigente, sino que además ataca el sistema de valores de la sociedad, con devastadores efectos, que van desde sustraer los recursos públicos que deben ser orientados a la salud, educación, vivienda, infraestructura, hasta la desestimulación del trabajo honesto, desmoralización de la sociedad y generación de una especie de “sub-cultura del enriquecimiento fácil”.
3. En el pasado reciente Honduras acudió al mecanismo de una misión internacional, la MACCIH, bajo el auspicio de la Organización de Estados Americanos. Durante el desarrollo de sus funciones en el país, la MACCIH encontró siempre en la Fiscalía General total apoyo en cada una de sus actividades.
4. En la actualidad, se debate en el país la necesidad de la instalación de una nueva misión internacional que venga a apoyar a las instituciones nacionales en el combate a la impunidad y la corrupción, ante lo cual la Fiscalía General de la República, manifiesta su completo e irrestricto apoyo a que se lleve a cabo tal propósito. La instalación de una misión internacional debe hacerse garantizando a la misma total independencia en su diseño, conformación, instalación y funcionamiento, libre de cualquier tipo de injerencia indebida, asegurándose también que sea un proyecto sostenible en el tiempo, al establecerse por un periodo sostenido y no breve (para evitar la experiencia del pasado en la cual no se renovó el mandato de la anterior misión al término de los 4 años inicialmente fijados) durante el cual se constituya en el mejor aliado del Ministerio Público de Honduras y del pueblo hondureño en la lucha contra la ilegalidad e injusticia.
5. La lucha contra la corrupción requiere que los Estados, la sociedad y la comunidad internacional, nos organicemos para hacerle frente a ese enemigo común y para ello se requiere que nuestras acciones respondan a unos propósitos y a una estrategia integral, coordinada y coherente.
Estamos seguros que, con el concurso de todos, podremos construir las condiciones para un pleno desarrollo que permita empleo y reducción de la pobreza, haciendo de Honduras un país donde todos puedan procurarse para sí y los suyos trabajo, educación, salud y bienestar, todo ello en paz y armonía.