Tegucigalpa, Francisco Morazán. Con el reconocimiento de la celda donde ocurrió el crimen de la joven Keyla Patricia Martínez Rodríguez siguió el desarrollo del juicio en contra del agente de policía, Jarol Rolando Perdomo Sarmiento, diligencia judicial que concluyó al filo de las 10:20 de la noche de ayer, en presencia de todas las partes procesales.
El tribunal conoció in situ como se generaron los hechos ese 7 de febrero de 2021, al interior de una de las tres celdas de la Unidad Departamental Policial Número 10, con sede en La Esperanza, Intibucá, elementos previamente identificados por la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV), en equipo con la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).
En el debate, fiscales de las Secciones de Investigación de Muertes Cometidas por Miembros de los Cuerpos de Defensa y/o Seguridad, Orden Público o Funcionarios del Estado y de Femicidios de la FEDCV, han presentado pericias técnicas – científicas, forenses y una serie de declaraciones de testigos y agentes de la ATIC a cargo de las investigaciones.
Justamente, ayer previo a la inspección a la celda, el tribunal conoció los dictámenes de vídeo forense, donde la Fiscalía estableció el tiempo de cinco minutos aproximados que el imputado permaneció en el recinto donde se encontró el cadáver de la joven.
Se logró establecer, mediante la autopsia psicológica con expertos, que Keyla Patricia, no sufría ningún tipo de trastorno mental que la llevara a un suicidio.
Para la reanudación del juicio este miércoles se evacuará prueba documental consistente en los libros de novedades decomisados por la ATIC en la posta y de las patrullas asignadas a la UDEP 10; se prevé que mañana se den las conclusiones.
Los fiscales e investigadores además determinan que existió manipulación en la escena del crimen por parte del mismo policía acusado.
Vale reseñar que, el MP, a través del dictamen de la Dirección General de Medicina Forense, reveló en su momento que la causa de muerte de la estudiante de enfermería fue por asfixia mecánica.