Tegucigalpa, Francisco Morazán.- Luego que Kevin Eduardo Rosales Gutiérrez, presunto integrante de la Mara Salvatrucha MS-13, admitió el asesinato de Niqui Alexander Cárcamo Herrera, cuyo crimen ocurrió el 21 de noviembre de 2021 en el barrio Abajo, aldea El Naranjal, municipio de Cantarranas, departamento de Francisco Morazán, la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV) mediante procedimiento abreviado logró la sentencia condenatoria.
En este caso, el juzgado de letras de la sección judicial de Tegucigalpa le impuso una pena de 15 años de reclusión.
De acuerdo al expediente investigativo el día de los hechos aproximadamente a las 12:10 de la madrugada, el sentenciado se encontraba en un callejón en el barrio en mención, donde salía y entraba para asegurarse que nadie lo observara que estaba con la víctima; con quien había tenido un altercado un día antes y a quien le dejó caer una piedra sobre la cabeza, muriendo de forma inmediata.
El arresto se produjo en el mes de febrero de este año, cuando en calidad de mugrante insultó a los policías del municipio de Tuxtla Gutiérrez en Chiapas, México, quienes al dar detención confirmaron que Rosales Gutiérrez se encontraba prófugo de la justicia. En el registro personal le encontraron tatuajes alusivos a la MS-13, por lo que confirmaron con la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) a través del Centro Antipandillas Transnacional (CAT), ese extremo.
Es así que, las autoridades mexicanas coordinaron la entrega de Rosales Gutiérrez con agentes del CAT de Guatemala y éstos a su vez con sus homólogos en Honduras, para oficializar el arresto del supuesto marero, en el puesto fronterizo denominado El Florido en Copán, zona occidental de Honduras.