Tegucigalpa. Francisco Morazán. La Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO) reportan la captura de uno de los principales cabecillas de la estructura extorsiva denominada “Mafia”, a la que este jueves se le asestó un certero golpe mediante la Operación Maya.
Se trata de Edwin Nahúm Oliva Mejía, capturado en Tegucigalpa, donde igualmente se cumplió con los arrestos de Rosa Karina Herrera y Erika Karina García Raudales, quienes en las próximas horas serán puestos a la orden de los tribunales de justicia y contra quienes la Sección Antiextorsión de FESCCO pedirá su detención judicial.
La Operación Maya, coordinada por el Ministerio Público, supone la ejecución de 21 allanamientos de domicilio en los departamentos de Francisco Morazán, Copán y Atlántida, tendientes a ejecutar órdenes de captura por los delitos de extorsión, lavado de activos y asociación para delinquir.
Entre los puntos allanados en la capital de la República, están: colonias Quezada, La Estanzuela, Vista Hermosa y La Sagastume, barrio Centro (sector del parque Finlay) y aldea El Pino.
“Mafia”, de acuerdo a las investigaciones, es una organización criminal que ha venido realizando cobros de extorsión a propietarios de comercios de diferentes rubros, a los que han intimidado y amenazado mediante el uso de la violencia y con lo que han acumulado capitales ilícitos.
De la extorsión y sus delitos conexos, las principales víctimas eran dueños y empleados de negocios en ciudades como Santa Rosa de Copán, La Ceiba, Tegucigalpa y zonas aledañas (San Juancito, La Venta y otros), donde operaban y mantenían atemorizada a las personas afectadas, causando temor para que éstos accedieran al pago exigido, el cual regularmente lo hacían a través de transferencias y transacciones directamente desde un celular y billeteras electrónicas.
Como modos empleados para llegar a sus víctimas, se identificaron visitas con uso de armas, envío de mensajes con advertencias de muerte y comunicaciones de ultimátum por distintas redes sociales.
Algunos de los casos que se han documentado en la presente causa datan del año 2014.