Tegucigalpa, Francisco Morazán.- La Psicóloga Forense Inmaculada Civantos García, de la Universidad de Salamanca, capacitó a psiquiatras, psicólogos, y trabajadores sociales del Departamento de Evaluación Mental y Social Forense, encargados de realizar las evaluaciones psiquiátricas y psicológicas a usuarios víctimas o victimarios evaluaciones que son solicitadas por servidores del sistema de justicia.
Esta formación es impartida en la Dirección General de Medicina forense (DGMF) gracias al apoyo de la Unión Europea en el marco del proyecto de “Cooperación en Investigación Criminal en Centroamérica para combatir la delincuencia y el tráfico de drogas a nivel internacional ICRIME” coordinado por la Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP).
El objetivo primordial es compartir experiencias en temas relacionados con abusos sexuales y maltrato de mujeres, niños, niñas y adultos mayores, así mismo, conocer la guía técnica utilizada para cada entrevista, el testimonio brindado por las víctimas es de suma importancia para el evaluador, información que será establecida en el dictamen legal que es elaborado por expertos en esta área.
Los especialistas forenses establecen en su informe científico lo encontrado en la evaluación, se realizan una serie de entrevistas sobre hechos que están en procesos de investigación, el rol del psicólogo forense es aportar con sus indagaciones un estudio u opinión técnica sobre los daños encontrados en el evaluado.
En el debate entre profesionales forenses se discutió cómo afecta al ser humano una violación, la exposición de la víctima ante los medios de comunicación o en redes sociales al punto de favorecer el aparecimiento de ideas suicidas en las víctimas por supuesto, ampliamente se discutió acerca de los riesgos que también supone la divulgación de información de forma inapropiada que potencia riesgos para la vida de los ofendidos dada la exposición incluso ante el propio agresor.
Durante la jornada se realizaron actividades prácticas de evaluaciones en casos de violación y maltrato, se siguió una ruta o protocolo que atiende por ejemplo a la forma de hacer los interrogatorios, qué tipo de lenguaje usar en cada caso, cómo abordar un caso de abusos múltiples, qué proceso de evaluación usar y la aplicación de pruebas psicológicas por edades.
Tanto la experta española como los hondureños coincidieron sobre la importancia del personal docente en la identificación de casos de abuso sexual y la posterior formalización de la denuncia esto por el vínculo de confianza entre alumnos y docentes, la experiencia documenta que algunos menores cuentan sus experiencias traumáticas a sus profesores, también precisaron acerca de la importancia de hacer una evaluación objetiva que permita saber si hay o no manipulación sobre las víctimas.